Barcos Hundidos para el Buceo
Arrecifes artificiales
Carmen Fabiana
Ubicación: Bahía de Guabinas, Estado Aragua, Parque Nacional Henry Pittier, Venezuela
El Sábado 13 de Mayo del año 2000, justo un día antes de su hundimiento, tuve la oportunidad de caminar sobre la cubierta del Carmen Fabiana en compañía de Iris Santana y Juan Hernández con la guía del Buzo e instructor César Navas. Él, con una detallada explicación técnica nos dirigió a distintos lugares del barco explicándonos sobre el acondicionamiento al que había sido sometido el buque, para que fuese un naufragio seguro para los buzos y para el medio ambiente.
En la bahía de Guabinas; a pocos minutos de Ocumare de la Costa y La Ciénaga, se encuentra el barco hundido Carmen Fabiana, un impresionante buque carguero que descansa en el fondo arenoso de la bahía a 42 metros de profundidad siendo este catalogado como uno de los mejores naufragios del Caribe.
LA HISTORIA DEL NAUFRAGIO «Carmen Fabiana»
El Carmen Fabiana fue un buque de carga alemán, que cubría la ruta entre Venezuela y las Antillas mayores, llevando principalmente cemento, tubos, alambrón y bobinas de papel. El barco fue construido en 1968 por el Astillero Husumer Werft, con un peso de 489 Toneladas, de 67 metros de largo x 10.4 metros de ancho y una velocidad máxima de 12 Nudos; este barco cuenta con 2 bodegas de carga con 3 grúas y con una capacidad de almacenamiento de 1.240 Ton. El buque inicialmente bautizado como Pia Vesta, perteneció a la naviera danesa Jensen Johan J., hasta 1987 que fue vendido y rebautizado como Rey Bar.
En 1994 fue nuevamente vendido a la empresa naviera “Maracay Mercantil Marítima C. A.” rebautizándose finalmente como Carmen Fabiana, nombre con el cual quedaría inmortalizado en el fondo del mar.
La historia del Pecio comienza con su último viaje el día miércoles 26 de abril del año 2000, cuando el buque se encontraba navegando a 20 millas al este del archipiélago Los Roques y a 80 millas al Noreste de la Guaira, iniciándose un incendio en el tanque de combustible de diario ubicado en la cubierta # 1, el cual produce daños en todo el puente y las cubiertas de vida, de la ciudadela, los camarotes, el comedor y la cocina. La mayor preocupación de los marineros a bordo era la existencia de 3 bombonas de gas propano que podían explotar en cualquier momento, lo que genera pavor entre la tripulación y ocasiona que éstos huyeran hacia la proa para guarecerse, quedando expuestos y a la deriva sin botes salvavidas, ni balsas, ya que todas se quemaban frente a la mirada temerosa de las 12 personas que se encontraban a bordo. Milagrosamente y por la gran columna de humo del incendio, fueron avistados a las 8:57 a.m. por una lancha cercana, generándose la oportuna llamada radial de S.O.S, indicando la novedad y dando posición del naufragio en las coordenadas Latitud 11° 14´ Norte / Longitud 66° 36´ Oeste, este llamado fue inmediatamente respondido por otra lancha que acudió al rescate y que logra sacar del agua a cuatro (04), mientras un helicóptero de la Armada venezolana rescata a las otras ocho (08) personas restantes salvándoles la vida. Luego del rescate, llegan un par de remolcadores que con sus mangueras y monitores de agua salada aplacaron el fuego, enfriaron el casco y luego remolcaron el buque hasta el puerto de La Guaira, donde posteriormente se realiza la inspección de daños, determinando la aseguradora finalmente «Perdida Total», por la magnitud de los daños ocasionados por el incendio.
En el puerto de La Guaira yacía una chatarra humeante; la aseguradora buscaba la forma de deslastrarse del tremendo riesgo de un inminente hundimiento en un puerto comercial de un barco lleno de aceite y gasoil (que ocasionaría multas por 10 veces el valor del barco), oportunidad que aprovecha el legendario buzo Cesar Navas para hacerle la oferta a la aseguradora de moverlo a Puerto Cabello para realizar la limpieza del barco y extraer las piezas de valor del buque.
En Puerto Cabello y con un equipo de trabajo al mando de Cesar Navas, se inicia la limpieza, removiendo todo el combustible y los aceites del barco, los tanques fueron limpiados a mano con un trapo, las puertas fueron removidas con oxi-corte, se removieron los cables, se soldaron cientos de bisagras, se trabajó día y noche para dejar lista la nave; finalmente se contrató un remolcador para llevar al Carmen Fabiana hasta su próximo destino en la Guaira.
Un día Domingo 14 de mayo del año 2000, zarpa hacia su destino final desde Puerto Cabello el buque Carmen Fabiana, durante su última travesía el barco empieza a hacer agua por un oportuno boquete en el casco, hundiéndose triunfalmente en la bahía de Guabina; limpio de cualquier fluido contaminante que pueda alterar el ecosistema, convirtiéndose en uno de los mejores pecios del Caribe.
Actualmente el Carmen Fabiana, yace en el fondo arenoso a 42 metros recostado sobre lado de estribor, el casco de babor se encuentra a 30 metros de profundidad; en la popa del barco se encuentra una placa dedicada a aquellos que trabajaron en hacer a este uno de los más espectaculares pecios de Venezuela. Por sus características, es necesario para bucearlo al menos tener las especialidades de Buceo en Barco Hundido, Visibilidad Limitada y Buceo Profundo, además de requerirse tener un buen consumo de aire para poder disfrutarlo a plenitud.
Hoy en día bucear en este barco hundido es todo un espectáculo; el «Carmen Fabiana» ya no podrá llevar más carga ni pasajeros por las hermosas Antillas Menores, sino que ahora recibe visitantes variados de la fauna marina y, de vez en cuando grupos de buzos que se deleitan tocando su cubierta y sus mástiles escondidos a más de 30 metros de profundidad.