Naufragios – Arrecifes Artificiales

Barcos Hundidos para el Buceo

Arrecifes artificiales

Sesostris

Ubicación: Isla Larga, Estado Carabobo, Venezuela

Cuando yo, César Zúñiga Iciarte comencé a realizar mis primeras inmersiones recreativas, después de obtener mi certificación como Open Water Diver PADI en el año 1997. Tuve la oportunidad de conocer Isla Larga, en el estado Carabobo, Venezuela. Al aproximarnos a la Isla me llamo la atención un imponente mástil que sobre salía a la superficie y allí, al apoyarme en babor del bote pude ver claramente la cubierta del Barco Alemán Sesostris completamente cubierto de coral y una impresionante cantidad de vida; entre cardúmenes grandes de peces Sargentos, Loros, Pargos, Ángeles, Isabelitas, algunas Tortugas y rayas. En este punto me di cuenta que después de participar en muchas actividades había encontrado lo que hasta hoy disfruto y me apasiona, el BUCEO.

 

Luego de anclar y oír detenidamente el Briefing de la Instructora Iris Santana y el Capitán e Instructor Juan Hernández, ingresamos al agua y comenzamos nuestro descenso; en este punto vi claramente la importancia de la creación de arrecifes artificiales sin importar que su creación sea intencional o un hecho fortuito.

 

 

La Isla larga en Puerto Cabello, es un paradisíaco lugar con aguas cristalinas, arena blanca y fina, es muy hermosa, realmente.

Este barco, de origen Alemán, lleva en Isla Larga desde el año 1941. Puerto Cabello para el año 1930, jugaba un papel de gran importancia para el comercio entre Venezuela y Europa. Existía una fuerte colonia extranjera en la ciudad, especialmente la colonia alemana. Se dice que para principios de siglo, esta ciudad era el lugar de Venezuela donde se revelaba en su más amplia forma y con versatilidad, la iniciativa empresarial de los alemanes; estos eran dueños de las casas comerciales más importantes de la época. Los barcos mercantes rutinariamente surcaban las aguas que separaban la América de Europa. El interesante intercambio de bienes y cultura que se desarrollaba fue repentinamente interrumpido cuando en septiembre de ese año las tropas alemanas comienzan su avance sobre territorio polaco.

La Segunda Guerra Mundial había comenzado. Durante este período, los barcos de Italia y Alemania se vieron envueltos en una terrible situación, ya que eran acosados por ingleses y franceses que rodeaban las rutas comerciales. Así seis barcos de bandera italiana y uno de bandera alemana se vieron obligados a pedir refugio a Venezuela, ya que ésta se encontraba en una posición neutral ante la guerra. Los capitanes de los barcos junto con sus tripulantes se instalaron en Puerto Cabello, e hicieron de Venezuela su hogar. Sin embargo, dos años más tarde, el 29 de Marzo de 1941 el presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt, da la orden de incautar los barcos alemanes e italianos ubicados en puertos de Norteamérica. A raíz de estas declaraciones México y Cuba toman medidas parecidas. Los capitanes de dichos buques, habían recibido mucho antes, claras órdenes de sus países de no permitir bajo ninguna circunstancia, que las embarcaciones cayeran en manos enemigas. Amletto Rovelli, capitán de uno de los barcos italianos, recibió instrucciones de hundir inclusive el barco de ser necesario. Esto mismo se les fue dicho a los capitanes de los demás buques que permanecían en aguas venezolanas.

El 30 de marzo de ese mismo año, Roosevelt cumplió su palabra y fueron confiscados numerosos barcos y así la noticia llegó a oídos de los capitanes y marineros. En la madrugada del 31 de marzo las tripulaciones de los barcos refugiados incendiaron sus propias naves, siguiendo así las órdenes del alto mando. Aproximadamente a las ocho de la noche los venezolanos se reunieron en el puerto a observar lo sucedido, indignados comenzaron una persecución de marineros, los cuales fueron capturados y se les fue condenados de 2 a 4 años de cárcel en territorio venezolano.

Después de cumplir sus condenas, la gran mayoría de estos marineros y oficiales, vivieron el resto de sus vidas en Venezuela. Algunos ya habían contraído matrimonio con mujeres de Puerto Cabello como el capitán de la nave italiana «Jole Fassio» el señor Amleto Rovelli quien fundó una importante compañía aduanera en La Guaira. Sabemos que el capitán del «Sesostris» único barco alemán involucrado en el hecho, el señor Karl Ueding también se quedó en Venezuela y se casó. Luego de unos años, los barcos incendiados fueron recuperados y algunos vendidos a los Estados Unidos y otros a Argentina. Sin embargo el único barco alemán, el Sesostris, sufrió daños muy graves y no pudo ser reflotado. El presidente de Venezuela, para esa época, Isaías Medina Angarita, dio órdenes de remolcarlo y abandonarlo en una isla cercana a Puerto Cabello, llamada Isla Larga. Hoy en día la embarcación alemana se ha convertido en un arrecife coralino con una inmensa vida marítima. También es usado para expediciones marinas, práctica y entrenamiento para los buzos de nuestra de Venezuela.

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